SEÑOR Y PERRO. TONIO KROGER. TRISTÁN.

Tres espléndidos relatos del escritor más emblemático de la literatura alemana contemporánea y que, como sucede con tristán donde se anticipa en cierta manera la montaña mágica, sirven de orientación para comprender las inquietudes últimas de mann. Thomas mann (1875-1955) es un clásico indiscutible de la literatura alemana. Hizo del ser humano, condicionado por su contexto político y social, y del conflicto que puede surgir entre la vida y el arte o la inteligencia, el centro de buena parte de su extensa obra narrativa. En este caso, sólo el imponente esplendor de grandes novelas como “Los Buddenbrook”, “La Montaña Mágica” o “Doktor Faustus” o de relatos más cortos como “Tonio Kröger” o “La Muerte en Venecia” pueden explicar que un relato tan absolutamente delicioso como “Señor y Perro” (“Herr und Hund”) haya pasado casi desapercibido para el gran público; aunque no para las editoriales, que lo han publicado en ediciones diversas. A esa explicación, tal vez haya que añadir que este relato sobre las relaciones de un hombre con su perro es ante todo una lectura para aquellas personas que disfrutan de tales relaciones intensamente, en la vida real. Quienes tienen un perro, quienes conviven con él y conocen cada una de las reacciones y sentimientos de su compañero canino, encontrarán en esta narración un catálogo de situaciones y detalles de un cromatismo que difícilmente se encontrará en ningún otro lugar.